La Calle Adelante es el testimonio vivo del urbanismo alpujarreño. En ella observamos las características más destacadas: estrechez de la calle, tramos irregulares, aleros de pizarra, la blancura de sus fachadas, tinaos, adarves… El urbanismo alpujarreño se ha forjado mediante un proceso de desarrollo de diferentes influencias culturales, generando una estructura urbana y compositiva muy compleja, imposible de repetir. El proceso de desarrollo urbano que se ha conservado en mayor medida comienza en el siglo VIII con los primeros pobladores musulmanes y bereberes, respondiendo a unos factores productivos y defensivos que se adaptan al medio físico, así como la cultura judío-sefardí que convivió con ellos. Ya en el siglo XVI con los repobladores castellanos se seguirá el desarrollo urbano insertando los espacios públicos, casas señoriales y las plazas, de mayor espacio que de las anteriores poblaciones. Encontramos en esta calle una casa señorial del siglo XVII de grandes dimensiones, estructurada en tres alturas, entre las que destacan la portada recercada, el balcón y un alero de gran tamaño soportado por tablero y canes de madera. En ella se encuentra un escudo nobiliario.